Todo esto me resbala, sufro por algo que sé que nunca voy a tener y aún así sigo luchando, pero de nada sirve. Me ilusiono con su sonrisa, con su boca, con que algún día estaremos juntos, caminando agarrados de la mano y besándonos en cualquier esquina. Mis esperanzas se pierden por momentos. Nunca lo tendré. Él es el pensamiento que ronda por mi cabeza día y noche, y no lo conseguiré.
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